¡No la Jalogüin que es Dia de Muertos!

Esta bonita tradicion data de nuestros antepasados prehispanicos, quienes hace mas de 3,000 años honraban y veneraban a la muerte como un paso a un plano mas puro y pleno.

La adoraban, le rendian culto y respeto; incluso tenia sus representativas deidades (todas diferentes en cada cultura mesoamericana) y desde entonces hacian fiestas en su honor.

Se dieron cuenta, que en el lugar donde enterraban a sus muertos la tierra se volvia mas fertil y por ello daban gracias, levantaban altares y hacian ofrendas.

Originalmente esto se celebraba en lo que vendria siendo agosto pero cuando llegaron los españoles con su “Papá Diosito”, no perdieron la oportunidad de aprovechar y combinar su “Dia de Todos los Santos y Todas las Almas” con esta costumbre para seguir convirtiendo a los indigenas locales y sus tradiciones impías (segun ellos) en mas o menos lo que tenemos ahora.

Como algunos ya se habran dado cuenta, no profeso religion y mucho menos me identifico con los metodos de iglesia alguna (mucho menos de la catolica apostolica romana) pero esta tradicion siempre la he considerado muy bella, con una riqueza cultural inconmesurable y particularmente vistosa.

Quiza una de las razones, como ya habia puesto anteriormente en este lugar, es mi gran miedo a la muerte, el cual muy posiblemente trato de minimizar uniendome a nuestra idiosincracia de “burlarnos” de ella, pero a la vez dandole un lugar importante en estos dias en los que la recordamos junto con nuestros seres queridos que han dejado de existir en este desdichado mundo moderno.

¿Y a que viene todo esto?

Pues como lo digo claramente en el titulo…

Es el colmo que teniendo costumbres tan llenas de riqueza, tan interesantes y sobre todo tan propias de nuestra cultura mexicana estemos rindiendole culto no al Halloween, si no a todo lo que ha generado este mismo cuando se convirtio en otra fiesta mas para gastar, atarantar a nuestro ya muy atarantado pueblo y volverlo una estrella mas en el canal de las estrellas.

Ver a los niños desviviendose por conseguir un disfraz de su personaje favorito (en el mejor de los casos) o tratando de emular a algun sordido personaje de alguna pelicula de terror de esas de Jóligu (lease Hollywood) para salir a pedir dinero disque para su calaverita.

Me pregunto si tendran una idea de que fregados estan haciendo y que diablos es “la calaverita” por la que tanto piden. Desde luego esto en el mejor de los casos, por que ya hay algunos que salen a pedir su “jalogüin” o incluso ya hasta te dicen “¡dulce o travesura!”.

Y peor aun, ver a todos mis congeneres encontrar el pretexto perfecto para celebrar una fiesta que ni es nuestra, que tampoco es de los pobrecitos celtas (que quien sabe que haya sido de ellos) y mas bien pertenece a nuestro “queridisimo” vecino del norte.

Ver por todos lados las muy redondas y sonrientes calabacitas naranjas, las brujas, los monstruos y todos esos elementos que ya tenemos bien clavados en el “top of mind” (termino mercadotecnico, por que pura mercadotecnia es) y ver tan pocas cosas que me recuerden que soy mexicano y que podriamos estar dandole mas importancia a todo aquello que nos identifica como tales.

Y si les interesa un poco todo esto, ¿por que no hacer un ratito a un lado estas tarugadas y se sientan a poner una bonita ofrenda de Dia de Muertos?

¿No saben como?

Es muy facil, solo tienen que conseguir todos los elementos necesarios para ello:

• Una foto de la(s) persona(s) a quien se la queremos dedicar.
• Afiches y objetos personales que pertenecieron a estos mismos.
• Papel picado, el cual todavia pueden conseguir en los mercados. (No lo encontraran en los que anteponen “super” a este sustantivo). Tambien algo de papel china para ponerlo como mantel.
• Velas, para guiar su camino.
• Agua, para refrescar su largo viaje.
• Flores de cempazúchil que con su perfume sirven como otra guía para ellos.
• Incienso, para purificar sus almas.
• Las tradicionales calaveritas de azucar, que ademas de representar a nuestros muertitos y emular un campo santo en el altar son deliciosas y tambien pueden ser un exquisito bocadillo para los que nos visitan.
• Su comida favorita.

Y teniendo todo esto solo es cosa de ponerle creatividad para que todos los elementos se fundan en un bello altar.

Hay muchas maneras de acomodarlos. Incluso por zonas, en nuestro pais la manera en que se acomodan es diferente.

La cosa es que se animen, que lo hagan y que tengan ganas de mantener viva esta bella costumbre.

Quien sabe si cuando ya no estén vivos haya alguien que les ponga una de estas para que vengan a disfrutarlo…